Hace unos 15 años asumí la idea de cuantificar e ilustrar el uso del tiempo. Lo hice cualificándolo en espacios de tiempo, en los cuales trasegaba mi vida. Esa cualificación es absolutamente mía, en la medida en que podía dale sentido a esos momentos. Con el tiempo encontré comportamientos sistémicos por asunto del vínculo, otros po la necesidad o el gusto propio y otros legales y obligatorios.
Esta observación refuerza nuestro paradigma inicial de significar que ” el tiempo es vida” esta práctica sistemática permitió la creación de hábitos, lo cual es un gran logo. Entendí que ser consciente de lo que quiero y decido hacer; es un acto de libertad conmigo mismo. Se convirtió en hábito lo cual es hacer conciencia de mis actos. De esta manera; “no se está en la vida, sino que, se vive en ella”

Leer literatura clásica y contemporánea, mantener un diario de reflexiones personales y participar en debates y clubes de debate, debates con los amigos o compañeros, no solo estamos cultivando habilidades esenciales para el futuro, sino que también estamos enriqueciendo nuestra experiencia humana y fortaleciendo nuestros vínculos sociales. Debates y conversaciones son vínculos sociales muy fuertes.

Mi propósito es indicarles a docentes y jóvenes cómo lograrlo. Les invito a incorporar estas prácticas en sus vidas diarias y a explorar el vasto potencial que ofrecen para nuestro crecimiento personal y nuestro desarrollo como miembros activos y conscientes de la sociedad. Juntos, podemos construir un futuro más prometedor y humano.

Talvez mi manía de investigador, me permitió construir variables comportamentales que se pueden ilustrar mediante mis actividades en el tiempo. La grafica es una de las vistas posibles de mi vida en Marzo de 2019